Sabemos que, en nuestra tercera edad, es muy importante comer saludable. Estamos conscientes también de que las frutas y vegetales no nos pueden faltar varias veces al día. Pero, existen tantas variedades que a veces, es difícil escoger.
Un día, un médico me dio este consejo tan sencillo y útil: “no se complique," explicó, "solo coma de todos los colores y así su alimentación será equilibrada”. Yo agregaría que su plato será más atractivo y apetitoso.
¿Por qué?
Porque los nutrientes colorean los alimentos según sus propiedades. Así, al comer diferentes colores se asegura la presencia en su plato—y a lo largo de los días—de una variedad necesaria de nutrientes para su salud.
El naranja
Indica la presencia de vitamina A y de carotenos, sustancias antioxidantes que dan el color amarillo, rojo o naranja al los vegetales. Refuerzan el sistema inmune, ayudan a prevenir problemas cardiovasculares y favorecen los ojos y la piel.
El verde
Revela la presencia de polifenoles—sustancias químicas en los vegetales— antiinflamatorias y antioxidantes, y también carotenos y vitaminas A y, a veces, B y C. Pueden también ayudar a los ojos en el caso de catarata y de degeneración macular.
El rojo
Indica la presencia de carotenos como el licopeno, que tienen propiedades antioxidantes, anticancerígenas y ayudan a demorar el envejecimiento celular. Además incluye vitamina A que es antioxidante y cuida la piel.
El amarillo
También indica la presencia de carotenos y de vitamina C y polifenoles, con efectos antiinflamatorios y antioxidantes y relacionados con propiedades anticancerígenas así como con la prevención de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Muchos contienen, además, minerales como el potasio.
El azul, y el morado
Revelan la presencia de sustancias químicas llamadas flavonoides como las antocianinas y el resveratrol, que tienen cualidades antioxidantes, anticancerígenas, antiinflamatorias, antitumorales, y pueden proporcionarnos vitaminas del grupo B.
El blanco
Se debe a la presencia de flavonoides como la quercetina (sustancia sólida cristalizada de color blanco o amarillento) con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades del corazón o del cerebro y estimulan el sistema inmunológico.
El ajo y la cebolla contienen azufre, como la alicina, lo que les da propiedades antibióticas, antivirales, y ayuda a prevenir la trombosis.
La naturaleza nos comprueba que la belleza no solo complace a los ojos, sino que tiene una gran funcionalidad para la vida. Así, al dejar que la estética nos guíe, preservamos nuestra salud.
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